Gajes del oficio
Demonios. Qué habré hecho en mis otras vidas, en el más allá o el acullá para merecer esto. Todos los días tengo que lidiar en mi trabajo con estas dos tipas bobaliconas y escandalosas. ¡Argh! Por ésta que son de la peor calaña. Una se sienta a mi lado y la otra (¡uta!) justo enfrente de mí. Estoy condenada a contemplarle la cara ojerosa todo el pinche día. En este momento está bailoteando y trae una playera de Plaza Sésamo. O sea, hellooo! No se me ocurre un outfit y actitud más antisexy. Pero, a ver, analicemos la foto… La pose de las dos no podría ser más seudonaive o de mosquitas muertas, luego, la del lado derecho, como que saca un poco la lengua y deja la boca abierta; es obvio que lo que ha aprendido de coquetería fue tomado de los videos Britney Spears en sus años de gloria. Luego, ¡horror!, la tipeja del lado izquierdo… ¿Qué pedo con traer la panza de fuera en su lugar de trabajo? ¡Ya no hay moral! Y ya no quiero poner mucho énfasis en un hecho completamente evidente: trae un wonder bra dos tallas más grande que sólo hace que sus boobs luzcan pa-té-ti-cas. A ambas les urge entrar a un sitio excelente sobre buenos modales (click).
No soy un ángel, pero de verdad no creo merecer esto