domingo, abril 04, 2004

En estos días me la he pasado oyendo Australian Rules de Mick Harvey. Mucho Mick Harvey. Su disco Intoxicated Man es también maravilloso. Ese órgano hammond. Esas señoras CUERDAS. Violín viola cello.
Uno de estos días de la semana me desperté y sólo quería oír a Nick Cave. For you I think I’m crazy... but I’m still in love with you. Y así, echada en mi cama, contemplando un cielo gris y un árbol sin hojas, sonreía y pensaba: No mames, M J, todo este escenario y ni siquiera estás triste.
La mejor novela que he leído es The Dying Animal de Philip Roth. En mayo viene Paul Auster y voy a ir con Nevelle.
Nevelle es un irlandés que llegó a dormir en las calles de Dublín por su alcoholismo. Ahora duerme en un cálido flat en Wimbledon, pero sigue sin ánimos de despertar. Las mañanas, el empezar del día, un martirio.
Por favor, si lees estás líneas, escucha a Mick Harvey y el mundo será mejor. Habrá paz y hombres de buena voluntad.