Querido diario: Hoy compré ropa interior. Fue un poco difícil encontrar calzones frescos y cómodos cien por ciento algodón. Pero ahora tengo tres, de diseño cursi y matapasiones, del material que buscaba. Me compré también unos brassiers 32B con un diseño ergonómico para que mis chichitas se vean más grandes. En realidad yo soy 34A pero en las sección de ropa interior para `dama`, las chicuelas de mi calibre somos discriminadas impunemente. No me quedó mas que hacer unos cuantos cálculos y concluir que inmediatamente después de la A está la B, así que no debía ser tan grave la cosa. Uff. Mientras escribo esto, las axilas me sudan como gorrina porque olvidé ponerme desodorante y no estoy en mi casa. Tengo los labios resecos porque olvidé mi Golba. Diario querido, no lo vas a creer pero hoy tengo puesto un vestido blanco con bolitas de colores. Todo coquetón. Por alguna razón, hoy no me pareció vergonzoso mostrar mis piernas flacuchas y llenas de cicatrices provocadas por rastrillos oxidados, médicos radicales y gatos que me odiaron durante mi niñez. Fui un éxito entre los recolectores de basura que pasaban como a las 12 por Revolución. También un microbusero me elogió con su claxon que sonaba cliflido piropeador: fiuuu fiuuu. Nomás que de esto no me di cuenta, M tuvo que aclararmelo. M duerme como gorrino. Oh mi dios. Lleva dos horas en la `siestecita`. En un par de horas iremos a casa de Elisa y Gerardo. A departir, beber vino y no sé, para provocar a todos, hablaré otra vez de la numerología. A pesar de que tengo los labios resequísimos y las axilas sudorosas, hoy soy muy feliz.